Las pizzas caseras, pueden llegar a ser más sanas y tener menos calóricas según los ingredientes que se elijan.
La base de pizza contiene fundamentalmente hidratos de carbono complejos (al igual que el pan, el arroz, las pastas alimenticias, las legumbres o las papas que se incluyen en todo plan alimentario saludable. Si se utiliza con mitad de harina de trigo y mitad de integral sería un aporte mejor utilizado de fibra.
Se pueden incluir en regímenes para adelgazar, también diabéticos que sepan a través de la educación realizada por un profesional idóneo que cantidad pueden incluir en su plan alimentaria.
Las comidas rápidas o “fast food” se han convertido en un hábito para una gran parte de la población, especialmente para los más jóvenes, que las utilizan por el costo menor a otras preparaciones que se ofrecen en restaurantes.
Sin embargo, dependiendo de los alimentos con que se preparen pueden llegar a tener menos grasas.
Se pueden elaborar con el agregado de carnes magras picadas, pescados (pueden ser enlatados al agua como el atún la caballa), o se puede utilizar el jamón serrano (magro) o pollo o pavo en fiambre y quesos magros compactos (menores al 6 % de grasas). Estos ingredientes son de origen animal, aportan proteínas de calidad y cantidades.
A éstos alimentos proteicos se pueden sumar vegetales (rodajas de tomate, cebolla, pimiento, champiñones o alcauciles), con salsa de tomate dietética (sin freír).
Estos alimentos pueden ser agregados a la preparación de las pizzas, crudos una vez ya realizada la preparación como ser los ajíes y cebollas en juliana, palmitos, etc., otros vegetales como champiñones, al vapor para preservar el valor nutricional (fibras, vitaminas y minerales).
También se puede utilizar aceitunas y también anchoas un aporte útil de grasas saludables (monoinsaturadas y omega 3 respectivamente.
Todos estos alimentos sugeridos para la elaboración de una pizza son un muy buen aporte nutricional y de sabor eligiendo adecuadamente los condimentos como ajo picado, pimentón, pimienta, orégano, etc.
Las caseras son las más recomendadas, ya que de esta forma se puede estar seguro de la calidad y cantidad de dichos ingredientes. Además, es un plato fácil de preparar y de gran aceptación.
Cave destacar que no debería convertirse en el plato de cada día, ya que se dejaría de ingerir otros alimentos claves para una dieta equilibrada.
Por tanto, lo preferible es realizar un consumo ocasional, sin dejar que se convierta en un hábito, e intentar llevar a cabo las recomendaciones de una dieta equilibrada.
Por Alicia Crocco
Nutricionista