lunes, 15 de febrero de 2010

Principio básico de las normas protocolares. El tratamiento. Cómo dirigirse a otras personas de forma correcta.

Los tratamientos han ido variando y se han ido adaptando a los tiempos.

Según el diccionario de la Real Academia Española tratamiento es el título de cortesía que se da a una persona. Hablando más coloquialmente, forma cortés de dirigirse a otras personas. El título de cortesía que se utiliza con otra persona viene dado en función del título que posee, del cargo que ocupa, del mérito que ostenta o de la jerarquía que representa. En cada uno de los ámbitos donde se desarrollan las relaciones humanas están establecidos los tratamientos que deben utilizarse en cada momento y situación.

Los tratamientos han ido variando y se han ido adaptando a los tiempos. Desde el tratamiento de "señoría" o "merced" utilizado en la Alta Edad Media, hasta los actuales tratamientos de cortesía este principio básico del protocolo ha ido evolucionando y pasando por diversas fases hasta llegar a nuestros días.

Actualmente el tratamiento de cortesía más utilizado es el de "Señor/Señora", el cual procede del término "Señorío", territorio dominado por el amo o dueño del lugar y al que se referían sus súbditos como "Señor". Era una forma de mostrar su respeto por el dueño de la tierra (y en muchos casos no solo respeto, sino que era una muestra de sumisión).

Además de tratamiento de cortesía, el término "Señor" tiene unas ciertas connotaciones de honestidad y honorabilidad, de educación y de saber estar. Cuando alguien dice de forma genérica este es un "Señor" hace referencia a su educación, a su saber estar ... en definitiva a un prototipo ideal de hombre, completo en la mayor parte de las facetas.

Hoy en día se utiliza de forma generalizada, sin tener en cuenta, en la mayor parte de los casos, las connotaciones anteriormente citadas. Hoy en día preguntar por el Señor tal o cual no implica que esta persona tenga los valores o características anteriormente nombrados.

Hay otrautilización de "Señor" para los reyes, por ejemplo, a los que se debe tratar como "Majestad" o como "Señor" pero nunca de usted. Lo mismo ocurre con otros muchos tratamientos de cortesía. "Señor" puede sustituir de forma casi generalizada, a todos ellos. Es un buen "comodín" para casos de duda en la utilización de tratamientos o el desconocimiento de los mismos.

"Señor" se utiliza de forma generalizada en el ámbito laboral, social, familiar ... reconociendo un cierto respeto y autoridad a la persona a la que se aplica. De forma coloquial el término "Señor" utilizado con el apellido viene a significar una jerarquía similar o un trato de igual a igual. Es un tratamiento muy utilizado en el ámbito laboral.

Los tratamientos derivados de "Señor" como "Señorito" y "Señorita" son cada vez menos utilizados. El de "Señorito" está prácticamente en desuso; cuando es utilizado, en la mayor parte de los casos, se hace en tono sarcástico o con cierta mordacidaz. El término "Señorita" aún sigue siendo utilizado para las señoras jóvenes y las solteras.

En los distintos ámbitos sociales el término puede tener ligeras variaciones. En el ámbito judicial se utiliza "Señoría" en vez de "Señor". En el ámbito castrense se utiliza como muestra de respeto y superioridad. Se utiliza del grado inferior al superior pero nunca al revés. En el ámbito diplomático es muy utilizado para anteponerlo al cargo; por ejemplo, "Señor Embajador". En el ámbito Real, como se ha comentado anteriormente además del tratamiento de "Su Majestad" o de "Su Alteza" se utiliza el tratamiento de "Señor" y "Señora" para dirigirse a los monarcas y los príncipes.

Donde no se utiliza este tratamiento de cortesía, o apenas se utiliza, es en el ámbito eclesiástico. Puede deberse a la identidad confusa que ello podría originar con el término religioso utilizado para dirigirse a Jesús, como "Señor" o "nuestro Señor". Las múltiples referencias en oraciones, escritos, etc. hacen que el término sea muy utilizado haciendo siempre referencia al hijo de Dios.