El fundamento oriental para todos los buenos modales queda resumido en la máxima de Confucio: “No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”.
De todos los aspectos de la globalización en cuanto a rituales en la mesa se refiere, el que capta mi ojo con mayor curiosidad, es cuando me detengo a observar el manejo de los palitos. La cocina de Oriente tiene cada vez más adeptos y seguidores a nivel mundial, por lo que, comer con palitos ya dejó de ser un chino para quienes se inclinan hacia este tipo de comidas con cierta asiduidad.
En cuanto a Oriente y su infinidad de tradiciones gastronómicas, las pocas cosas que tienen en común los pequeños ojos oblongos entre sí, son el té y la ingesta de arroz anual per cápita que consumen. Respecto al resto, los hábitos pueden ser similares pero no iguales y esas diferencias hacen que chinos, japoneses, coreanos, tailandeses y vietnamitas no sean puestos dentro de una misma bolsa al hablar de más de la mitad de la población planetaria.
¿Cuantos dicen “palitos chinos” refiriéndose a los tradicionales utensilios usados para comer en el Extremo Oriente? Sin embargo, los palitos chinos son largos, de madera y punta redonda, mientras que los japoneses igualan sus características salvando su extremo puntiagudo. Los coreanos los usan más cortos y de metal y los vietnamitas los prefieren medianos, normalmente planos de madera, pero actualmente también de plástico.
Estos detalles de fabricación se unen a la etiqueta que codifica su uso y vale la pena incorporarlos a la brevedad para no herir susceptibilidades ahora que la raza amarilla salió a caminar el mundo. Para empezar, los palitos deben tener el menor contacto posible con la boca y es de pésima educación chupar el extremo al comer el bocado. Una vez que se elige y se toma la pieza, jamás se devuelve a la fuente. Normalmente hay palitos que son exclusivamente para servir las piezas, pero si no los hubiere, por higiene, se pueden invertir los propios para usar los otros extremos al tomar comida de la fuente.
Tradicionalmente en China y en Vietnam el arroz se sirve en cuencos. Éstos se llevan a la boca y el arroz se desliza dentro de ésta con la ayuda de los palitos, contrariamente a la costumbre japonesa, quienes sujetan el tazón mientras lo comen pero jamás se lo llevan a la boca. Los platos suelen prepararse de forma tal, que cada trozo es del tamaño de un bocado y si así no lo fuere, entonces estaría mal preparado.
Al igual que en la cultura occidental, los palillos como los cubiertos deben usarse para comer y nada más, sin señalar o gesticular con ellos y ni pensar en golpearlos contra algún objeto para llamar la atención de alguien.
Los japoneses son más rigurosos con su etiqueta ya que además de todo lo mencionado, tampoco aceptan que se pase la comida de un plato a otro, ni admiten que los palitos se metan con comida hasta el fondo de la boca y menos aún que en el trayecto desde el plato, se caiga la porción. Aunque a veces nos salve de un apuro, jamás se pincha la comida con los palitos ni se clavan verticalmente sobre un cuenco de arroz para descansar la mano que después de varios intentos quedó acalambrada, porque recuerda a una parte del rito funeral tradicional.
Los coreanos con los palitos metálicos, se la veían negra, o mejor dicho amarilla, ya que es de esperar que el arroz patine sobre el metal en cada intento, hazaña que los llevó a implementar la cuchara para comer con la velocidad que caracteriza a la raza. No por nada la traducción de los palitos, que en sus orígenes fueron de hueso, marfil y hasta de plata, es kwai-tsze que significaba “los rápidos”.
Un consejo: practiquen, porque el cuello mao viene haciendo furor y las faltas que uno pueda cometer se cobran a la larga con la máxima de Confucio.
Idea práctica ara comer con decoro:
Si no tenemos destreza con los palitos, les recomiendo atar uno de sus extremos con una gomita elástica y luego colocar en el medio un pedacito de papel doblado en varias mitades para que haga resistencia y así podamos convertirlos en una especie de pinza. Prueben, da buen resultado para quienes se inicien en esta nueva modalidad. Si esto tampoco funciona, entonces el tenedor nos salvará la vida cuando se trate de un plato caliente, o bien los dedos cuando sean piezas de sushi. Es preferible comer con las manos antes que volcar un roll o un niguiri sobre la salsa de soja, que además nos va a manchar la ropa. Igualmente, no se preocupe, este tipo de papelones, se limpian con rábano.
Receta para comer con palitos
Solomillo marinado a la oriental
Marinada
5 cm de jengibre fresco
Ralladura de ½ naranja
Jugo de ½ naranja
2 cditas de mostaza
2 cditas de miel
1 cda de vinagre balsámico
2 cda de salsa de soja
4 cdas de aceite de oliva
1 cdita de sal
½ cdita de pimienta
Procedimiento
Cortar el cerdo en cubos. Mezclar el jengibre rallado, el jugo y la piel de la naranja, la miel, la mostaza, la salsa de soja, el aceite, el vinagre, la sal y la pimienta en un recipiente no metálico.
Agregar el cerdo que puede reemplazarse por pollo u otra carne a elección y marinar como mínimo 1 hora y máximo 24.
Cocinarlos en un wok caliente, o bien, en una sartén, durante no más de 5 minutos. Al estar cortado en cubos, se cocina muy rápido. Acompañar con arroz de sushi o Thasmin que es perfumado y compacto para comerlo con palitos fácilmente. Servir en plato hondo o cuenco.
por ROSE GALFIONE
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