Autor:
Damián Dodi
Porciones:
4
Ingredientes
Escalopes
Nalga 800 g
Harina c/n
Sal c/n
Pimienta c/n
Huevos 2
Leche 250 cc
Harina 200 g
Aceite de girasol para freír c/n
Guarnición
Papas 500 g
Champiñones 250 g
Ajo 4 dientes
Perejil 100 g
Sal c/n
Pimienta c/n
Procedimiento
Escalopes
Cortar la nalga bien finita y aplastar si fuera necesario, retirar grasas e indeseables, realizar cortes de unos 10 cm aproximadamente.
Condimentar con sal y pimienta, pasar por harina extra y reservar.
Para la pasta para escalopes, mezclar la harina, los huevos y la leche. Salpimentar y dejar descansar unos minutos, pasar las presas de nalga por la misma.
Llevar a freír en abundante cantidad de aceite a una temperatura aproximada de 180 ºC hasta que la pasta dore y la carne esté cocida.
Guarnición
Lavar las papas y cortar de manera deseada sin retirar la piel, llevar a freír en abundante aceite, retirar y reservar.
Cortar los hongos a groso modo y llevar a cocinar en aceite hasta dorar, incorporar las papas y saltear sin dejar que se quemen. Cuando estén tomado temperatura incorporar el ajo y el perejil picados, condimentar y presentar en plato con los escalopes. Decorar con hojas verdes si desea.
lunes, 4 de octubre de 2010
WON TON - COMIDA CHINA
Autor: Marina Prim
Porciones:
40
Ingredientes
Hongos shiitake 6
Cebolla de verdeo 4
Langostinos crudos limpios 125 g
Brotes de banbú en conserva, en láminas 3 cdas
Carne de cerdo picada 250 g
Aceite neutro 3 cdas
Aceite de sésamo 1 cdita
Salsa de soja 1 cda
Masa para won ton en hojas cuadradas 250 g
Aceite
Procedimiento
Remojar los hongos en agua caliente durante 30 minutos. Escurrirlos y descartar los tallos. Picar finamente los sombreros de los hongos, las cebollas de verdeo, los langostinos y los brotes de bambú.
Colocar en un bol todos los ingredientes del paso anterior. Añadir la carne de cerdo, al aceite neutro y el de sésamo, la sal y la salsa de soja. Mezclar para integrar todo. Refrigerar durante 30 minutos.
Colocar una cucharadita de relleno en el centro de cada hoja de masa. Mojar los bordes con agua. Cerrar en forma de triángulo.
Unir los extremos de la base; los won ton deben resultar similares a los capelletti. Freírlos en abundante aceite. Servirlos como aperitivos, con salsa agridulce.
Porciones:
40
Ingredientes
Hongos shiitake 6
Cebolla de verdeo 4
Langostinos crudos limpios 125 g
Brotes de banbú en conserva, en láminas 3 cdas
Carne de cerdo picada 250 g
Aceite neutro 3 cdas
Aceite de sésamo 1 cdita
Salsa de soja 1 cda
Masa para won ton en hojas cuadradas 250 g
Aceite
Procedimiento
Remojar los hongos en agua caliente durante 30 minutos. Escurrirlos y descartar los tallos. Picar finamente los sombreros de los hongos, las cebollas de verdeo, los langostinos y los brotes de bambú.
Colocar en un bol todos los ingredientes del paso anterior. Añadir la carne de cerdo, al aceite neutro y el de sésamo, la sal y la salsa de soja. Mezclar para integrar todo. Refrigerar durante 30 minutos.
Colocar una cucharadita de relleno en el centro de cada hoja de masa. Mojar los bordes con agua. Cerrar en forma de triángulo.
Unir los extremos de la base; los won ton deben resultar similares a los capelletti. Freírlos en abundante aceite. Servirlos como aperitivos, con salsa agridulce.
TORTA INVERTIDA CON MANZANAS EN MICROONDAS
Ingredientes
Caramelo
Azúcar 8 cdas
Jugo de limón unas gotas
Manzanas en fetas finas 2
Masa
Manteca 240 g
Azúcar 200 g
Ralladura de limón 1
Esencia de vainilla 1 cdita
Huevos 4
Manzanas rallada 1
Harina leudante 400 g
Leche 160 cc
Procedimiento
Caramelo
Colocar el azúcar en un molde apto para microonas, agregar unas gotas de jugo de limón y humedecer con agua. Llevar al microondas y cocinar al máximo hasta que empiece a tomar color. Distribuir el caramelo por todo el molde. Cubrir toda la superficie con las fetas de manzana. Reservar.
Masa
Batir la manteca con el azúcar a blanco. Perfumar con la ralladura de limón y la esencia de vainilla. Incorporar los huevos de a uno, batiendo bien luego de cada adición, y luego la manzana rallada. Por último alternar la harina con la leche. Verter en el molde acaramelado con las manzanas.
Cocinar en microondas durante 24 minutos al 60 % de potencia. Desmoldar después de 2 ó 3 minutos de reposo.
Caramelo
Azúcar 8 cdas
Jugo de limón unas gotas
Manzanas en fetas finas 2
Masa
Manteca 240 g
Azúcar 200 g
Ralladura de limón 1
Esencia de vainilla 1 cdita
Huevos 4
Manzanas rallada 1
Harina leudante 400 g
Leche 160 cc
Procedimiento
Caramelo
Colocar el azúcar en un molde apto para microonas, agregar unas gotas de jugo de limón y humedecer con agua. Llevar al microondas y cocinar al máximo hasta que empiece a tomar color. Distribuir el caramelo por todo el molde. Cubrir toda la superficie con las fetas de manzana. Reservar.
Masa
Batir la manteca con el azúcar a blanco. Perfumar con la ralladura de limón y la esencia de vainilla. Incorporar los huevos de a uno, batiendo bien luego de cada adición, y luego la manzana rallada. Por último alternar la harina con la leche. Verter en el molde acaramelado con las manzanas.
Cocinar en microondas durante 24 minutos al 60 % de potencia. Desmoldar después de 2 ó 3 minutos de reposo.
Cuadraditos de chocolate
Ingrediente principal:
Chocolate
Autor:
Karen Cañete
Ingredientes
Manteca 150 g
Azúcar negra 150 g
Azúcar común 70 g
Huevo 1
Yemas 1
Esencia de vainilla 2 cditas
Harina 0000 200 g
Bicarbonato de sodio 1 pizca
Sal 1 pizca
Chips de chocolate 100 g
Nueces 100 g
Procedimiento
Hacer una crema clara y ligera con la manteca, el azúcar morena y el azúcar blanca. Batir en la crema el huevo, la yema de huevo y la esencia de vainilla.
Cernir juntos la harina, el bicarbonato y la sal. Integrar a la mezcla cremosa.
Incorporar los chips de chocolate, y las nueces picadas.
Colocar la mezcla en un molde enmantecado. Hornear en un horno precalentado a 180º C por 45 minutos o hasta que este bien dorado.
Dejar enfriar y luego cortar en cuadritos.
Chocolate
Autor:
Karen Cañete
Ingredientes
Manteca 150 g
Azúcar negra 150 g
Azúcar común 70 g
Huevo 1
Yemas 1
Esencia de vainilla 2 cditas
Harina 0000 200 g
Bicarbonato de sodio 1 pizca
Sal 1 pizca
Chips de chocolate 100 g
Nueces 100 g
Procedimiento
Hacer una crema clara y ligera con la manteca, el azúcar morena y el azúcar blanca. Batir en la crema el huevo, la yema de huevo y la esencia de vainilla.
Cernir juntos la harina, el bicarbonato y la sal. Integrar a la mezcla cremosa.
Incorporar los chips de chocolate, y las nueces picadas.
Colocar la mezcla en un molde enmantecado. Hornear en un horno precalentado a 180º C por 45 minutos o hasta que este bien dorado.
Dejar enfriar y luego cortar en cuadritos.
LA LEYENDA DE LA FACULTAD DE INGENIERIA
Joyas porteñas
Un edificio de leyenda
Vaivenes históricos de la actual Facultad de Ingeniería
Sábado 25 de setiembre de 2010
Publicado en edición impresa Comentá (7)Votá (7)Votos (7)Compartir Maqueta del proyecto del ingeniero Prins. Foto Gentileza Alberto Robredo
Cada vez que pasaba en colectivo por enfrente Francisco Castillo se hacía la señal de la cruz. Unas monjas alemanas, de visita en Buenos Aires, la vieron de lejos y fueron hasta allí para leer los horarios de misa. Se llevaron una gran sorpresa cuando entraron y se dieron cuenta? de que no era una iglesia.
Lo cierto es que el edificio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, obra del ingeniero y arquitecto Arturo Prins, en Las Heras entre Azcuénaga, Pacheco de Melo y Cantilo, es una de las construcciones más originales de Buenos Aires. Su estilo neogótico contrasta con la arquitectura afrancesada y racionalista de Recoleta y llama la atención porque transmite la sensación de que le falta algo, que, de hecho, le falta. Hay leyendas que circulan de boca en boca que explican sus carencias. Según una, la construcción se tuvo que interrumpir porque el arquitecto había hecho mal los cálculos y si se ponía un ladrillo más se venía abajo. La misma razón explicaría la falta de revoque en los muros. Otra versión afirma que al darse cuenta de que había calculado mal la estructura, el arquitecto se suicidó. Pero la verdad es diferente y no tiene nada que ver con errores de cálculo, suicidios ni peligros de derrumbe.
"El edificio es sólido y no tiene fisuras, rajaduras, grietas, ni sufre desprendimientos", cuenta el ingeniero Juan José Sallaber, director del Museo de Ciencia y Técnica, que funciona allí. "Hablar de la falta de revoque como consecuencia de un problema estructural es tan ridículo como decir que uno se va a caer al piso si no lleva anteojos."
En 1909, Prins ganó el concurso para construir la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Eligió el estilo Luis XIV, pero el Consejo de la Facultad decidió cambiarlo por el gótico. Empezó a trabajar en el proyecto gótico en 1910 y, a medio hacer, la facultad se inauguró el 17 de noviembre de 1925. Pero pronto llegaron los problemas. La falta de fondos retrasaba las obras, así como la colocación del revoque en los muros, algo que para Prins significaba "el doble perjuicio de dejar sin protección hierros y mamposterías y atentar contra la estética edilicia". Años más tarde, Prins sufriría por rumores que empezaron a correr acerca de su desempeño. A principios de marzo de 1935, en una carta dirigida al entonces decano Clodomiro Zavalía lo felicitaba por solicitar al ministro de Obras Públicas un millón de pesos para continuar los trabajos, pero le manifestaba su insatisfacción: "Las versiones corridas respecto de cifras que se me atribuyen como precio de la obra y que van desde lo ridículamente exiguo hasta lo ridículamente exagerado no han hecho sino perjudicarme con la imputación injusta de errores que nunca he cometido". Y agregaba: "La obra, dentro de su carácter y estilo, no puede ser más económica". Con todo, Prins se preocupó porque lo construido contara, entre otras cosas, con carpintería metálica y de madera, herrajes importantes y vitrales.
Pero las crisis económicas y la poca colaboración del gobierno nacional hicieron que, en 1938, se decidiera suspender definitivamente la construcción. El ingeniero y arquitecto murió, de forma natural, a los 62 años, el 5 de octubre de 1939. Las torres laterales con rosetones, coronadas por pináculos y agujas; los conjuntos escultóricos del frontis, y su gran torre central, que hubiera duplicado la altura del edificio actual, quedaron en la maqueta y en la imaginación del artista. Sin embargo, quedó, como legado, un magnífico ejemplo de arquitectura neogótica, obra singular que celebra la pluralidad, la riqueza y la abundancia arquitectónica de Buenos Aires.
Por Fernando Castro Nevares - Diario la Nación
Un edificio de leyenda
Vaivenes históricos de la actual Facultad de Ingeniería
Sábado 25 de setiembre de 2010
Publicado en edición impresa Comentá (7)Votá (7)Votos (7)Compartir Maqueta del proyecto del ingeniero Prins. Foto Gentileza Alberto Robredo
Cada vez que pasaba en colectivo por enfrente Francisco Castillo se hacía la señal de la cruz. Unas monjas alemanas, de visita en Buenos Aires, la vieron de lejos y fueron hasta allí para leer los horarios de misa. Se llevaron una gran sorpresa cuando entraron y se dieron cuenta? de que no era una iglesia.
Lo cierto es que el edificio de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, obra del ingeniero y arquitecto Arturo Prins, en Las Heras entre Azcuénaga, Pacheco de Melo y Cantilo, es una de las construcciones más originales de Buenos Aires. Su estilo neogótico contrasta con la arquitectura afrancesada y racionalista de Recoleta y llama la atención porque transmite la sensación de que le falta algo, que, de hecho, le falta. Hay leyendas que circulan de boca en boca que explican sus carencias. Según una, la construcción se tuvo que interrumpir porque el arquitecto había hecho mal los cálculos y si se ponía un ladrillo más se venía abajo. La misma razón explicaría la falta de revoque en los muros. Otra versión afirma que al darse cuenta de que había calculado mal la estructura, el arquitecto se suicidó. Pero la verdad es diferente y no tiene nada que ver con errores de cálculo, suicidios ni peligros de derrumbe.
"El edificio es sólido y no tiene fisuras, rajaduras, grietas, ni sufre desprendimientos", cuenta el ingeniero Juan José Sallaber, director del Museo de Ciencia y Técnica, que funciona allí. "Hablar de la falta de revoque como consecuencia de un problema estructural es tan ridículo como decir que uno se va a caer al piso si no lleva anteojos."
En 1909, Prins ganó el concurso para construir la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Eligió el estilo Luis XIV, pero el Consejo de la Facultad decidió cambiarlo por el gótico. Empezó a trabajar en el proyecto gótico en 1910 y, a medio hacer, la facultad se inauguró el 17 de noviembre de 1925. Pero pronto llegaron los problemas. La falta de fondos retrasaba las obras, así como la colocación del revoque en los muros, algo que para Prins significaba "el doble perjuicio de dejar sin protección hierros y mamposterías y atentar contra la estética edilicia". Años más tarde, Prins sufriría por rumores que empezaron a correr acerca de su desempeño. A principios de marzo de 1935, en una carta dirigida al entonces decano Clodomiro Zavalía lo felicitaba por solicitar al ministro de Obras Públicas un millón de pesos para continuar los trabajos, pero le manifestaba su insatisfacción: "Las versiones corridas respecto de cifras que se me atribuyen como precio de la obra y que van desde lo ridículamente exiguo hasta lo ridículamente exagerado no han hecho sino perjudicarme con la imputación injusta de errores que nunca he cometido". Y agregaba: "La obra, dentro de su carácter y estilo, no puede ser más económica". Con todo, Prins se preocupó porque lo construido contara, entre otras cosas, con carpintería metálica y de madera, herrajes importantes y vitrales.
Pero las crisis económicas y la poca colaboración del gobierno nacional hicieron que, en 1938, se decidiera suspender definitivamente la construcción. El ingeniero y arquitecto murió, de forma natural, a los 62 años, el 5 de octubre de 1939. Las torres laterales con rosetones, coronadas por pináculos y agujas; los conjuntos escultóricos del frontis, y su gran torre central, que hubiera duplicado la altura del edificio actual, quedaron en la maqueta y en la imaginación del artista. Sin embargo, quedó, como legado, un magnífico ejemplo de arquitectura neogótica, obra singular que celebra la pluralidad, la riqueza y la abundancia arquitectónica de Buenos Aires.
Por Fernando Castro Nevares - Diario la Nación
Suscribirse a:
Entradas (Atom)